“No busque la quinta pata al gato”
En Colombia por su regionalismo y demás vemos las Jergas como una manera de comunicación, ¿es un problema o raíz de nuestra cultura?
Cuando me acuerdo en cada salida que hago del país de mi ciudad, la urbe más bonita del planeta tierra, también recuerdo los picados en mi barrio los domingos en los que jugábamos todo el día y que en la hora final apostábamos la gaseosa al que hiciera 6 goles, también vienen a mi mente todas las palabras de mis amigos, o parte de la jerga de ellos, la cual era entendida, por cada jugador del equipo, términos como “échela que estoy clarito” que significa dame el balón que amanecí con deseos de jugar o mejor aún “cambiazo que estoy Solari” que significa cambie el balón de banda que estoy solo y en buena posición, la verdad cada uno de estos términos u oraciones que otros no lograban entender nos daban una ventaja en el juego, para otros eran una grosería, hoy por ejemplo si en la universidad se me sale una frase de este calibre me catalogaran como ñero o quizás gamín, no se pero esas palabras se han vuelto un legado gramatical aunque vacio para muchos, tienen un sentido profundo para otros, es parte de su vida, de su expresión diaria, en el club donde trabajo somos cristianos protestantes y una de las reglas del Club es utilizar buenas palabras nada de groserías ni demás, y en un entreno un jueves a la tarde, un alumno que es de la Guajira llamado Said Carvajal en un arranque de cólera por que el árbitro pito mal, exclamó la siguiente frase “ ierda no joda, si eso era penal, arbitro cara de monda” la verdad todos los entrenadores que estábamos quedamos quietos pero con una sensación de risa la cual no podíamos dejar salir ya que no hubiese sido bien visto, luego en los vestidores un entrenador amigo me dijo que por qué no lo había reprendido, le dije que era parte de su jerga su modismo no lo podía cuestionar por algo que estaba en sus venas, me acorde con risa y le conté que cuando tenía 10 años viaje por primera vez a Argentina y cuando llegue, estaba en el parque del barrio jugando y mi Mama salió a buscarme desesperada por que no quería subir a almorzar, cuando un amigo me tiro el balón y le pegue con tanta fuerza que le pegue a ella las palabras que salieron de mi boca fueron “ la concha de la lora” un término muy argentino mi Mama con rabia risueña me miro y me dijo que ya era hora de almorzar, y por fin sucumbió ante la risa diciéndome algo de su propia jerga “ Juan no le busque la quinta pata al gato así que hágale” así que mi amigo entendió que era un modismo, parte de su vida de su cultura de su jerga, terminado la charla le aclare que en Colombia hay culturas que tiene jergas y son parte de ellas, en mi país sucede esto, y es lo que en momentos ameniza la vida, con risa me entendió y me dijo con una carcajada “si choco en mi casa se toma colombiana”.
jueves, 8 de abril de 2010
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